Pablo Adán, consultor y autor de "Los pasos de Camper"
"Se puede llegar lejos sin correr. Cuanto más coherente sea una marca, más lejos llegará". Es decir, una marca debe tener unos valores, porque, si no, sólo competirá con otros productos en base a su precio. Éste fue uno de los mensajes transmitidos por el consultor Pablo Adán, autor del libro "Los pasos de Camper" en la primera sesión del seminario "Internacionalización de la pyme".
"Después de todo, aquí en Europa hay una cadencia normativa y política, pero, cuando te internacionalizas a mercados como Latinoamérica, hay más imprevisibilidad, que te enseña a ser una empresa más ágil y a tomar decisiones rápidas". En definitiva, salir fuera es "una fuente de aprendizaje impresionante" que "te adapta al mundo que va a venir", más abierto y global.
Por este motivo, el presidente del Grupo Obras Especiales de Navarra (Obenasa), Luis Jordán, recomendó abordar el proceso de internacionalización con “mucho tiempo, paciencia y una visión a largo plazo”, así como saber contar con buenos socios en el país de destino. Jordán participó, el pasado martes, 6 de noviembre, en el desayuno de trabajo que organizaron la Confederación de Empresarios de Navarra y Human Management Systems acerca de la internacionalización y la gestión de recursos humanos en otros mercados.
Así, Jordán relató el caso de su grupo empresarial, del sector de la construcción, que ya se ha implantado con éxito en mercados como Perú y Francia, así como cuenta con importantes alianzas en Perú, Colombia y Brasil. “Para tener un negocio sostenible, teníamos que salir fuera, e implantarnos en algún mercado que nos fuera rentable haciendo lo que sabíamos hacer”. Además, destacó que no se trataba de un proyecto a corto plazo, sino que “queríamos quedarnos allí”.
Desde esta óptica, Jordán destacó que “hay que ser especialista en el mercado y la cultura del país”, y que, por ello, no hay porque estar en todos los sitios, sino que hay que concentrar los recursos en mercados concretos, como es el caso de Chile con Obenasa.
Según explicó el presidente del grupo, Chile es un país que tiene particularidades como una “gran diversidad geográfica”, donde, además de grandes distancias, hay zonas inhóspitas, en los que se requiere un gran esfuerzo logístico. “Al principio, gastamos mucho dinero”, explicó Jordán, que reconoció que cometieron muchos errores de los que han aprendido, por ejemplo, antes de dar con el sector concreto en el que especializarse. “No se le puede dar a todo, ni persistir en el error, sino que hay ver en qué sector aportas más valor para enfocarte”, aseguró el empresario.
En el terreno de los recursos humanos, Jordán también reconoció que, “al principio, tienes falta de preparación”, y que lleva tiempo gestionar el cambio. En este sentido, el presidente de Obenasa recomendó que las personas de la empresa que vayan allá se integren para que se produzca una “ósmosis entre ambas visiones culturales”. Para ello, se requiere de tiempo para integrarse y que la gente de allá vea “que has llegado para quedarte”. Además, “no basta con mandar a tus directivos allá y darlo todo por hecho”, sino que hay que ir y vivir allá durante un tiempo y llegar a comprender el negocio.
Por otra parte, esto permite tener un control del negocio desde kilómetros de distancia. Además, lleva tiempo “seducir” a los directivos de allá para que entren a la empresa, ya que son muy exigentes a la hora de fidelizarse. Por este motivo, y para atraer el talento, resulta fundamental acertar en la elección de un socio local que, además de los recursos humanos, permita compartir medios financieros. “El country manager local te señala las líneas finas que no eres capaz de percibir”, explicó Jordán.
En esto coincidió el director general del grupo constructor ACR, Francisco Santiago, que también participó en el desayuno, y que apuntó que “la mejor manera de conocer un mercado en este sector es asociarte con quien puedas aportar algo”, es decir, “un compañero a futuro”.