“El mundo (y, en consecuencia, la economía) es diferente”, aseguró Vidal, que señaló que muchas antiguas teorías macroeconómicas han quedado obsoletas. Por ejemplo, se refirió a cómo Trichet subía los tipos de interés desde el Banco Central Europeo para controlar la inflación, sin tener en cuenta que, de esta forma, estaba devaluando el dólar, lo que llevaba a que el barril de petróleo costara más dólares y se tradujera en un petróleo más claro. Esto, a su vez, elevaba los temores inflacionistas y llevaba al banco central a seguir la tendencia alcista de los tipos. Este fenómeno se debe a que, en la economía actual, “todo está conectado”, explicó Vidal.

Vidal se refirió a la “nueva economía” como la “economía del conocimiento”, basada en la “generación de información”, que “provoca la interconexión de empresas innovadoras”. A su vez, esta economía requiere de inversión, a pesar de la complicidad del momento económico actual. “En momentos difíciles, insistir en la utilización de lo que ya se ha hecho es peor”, por eso, se requiere “invertir más” conforme a los “nuevos  criterios” de la economía del conocimiento.

Esta nueva economía “funciona en un entorno tecnológico”, cuya “base de actividad” es internet, explicó Vidal. De esta forma, el experto llamó a los empresarios del sector TIC a que desarrollen sus capacidades en entornos como el “cloud computing” (servicios informáticos accesibles en la propia red), que el consultor definió como “un activo fundamental que va a ser la clave en el desarrollo inmediato de vuestras compañías”.

Según Vidal, es el sector privado y, concretamente, las empresas, quienes “tienen mucho que hacer en este entorno”, teniendo en cuenta, además, que “la materia prima de la nueva economía son las personas”. Para ello, señaló el experto, se requieren “espacios sociales y educativos” en los que estas personas puedan desarrollar su innovación.

Por ejemplo, uno de estos espacios es Sillicon Valley (San Francisco), que, según Vidal, “no es un parque tecnológico (entendido como espacio físico), sino un ecosistema (entendido como concepto)”. Tal y como señaló, este entorno no depende tanto de la concentración de empresas en una localización concreta, sino de contar con “calidad de vida tecnológica para que los innovadores trabajen”. De hecho, “los innovadores no se conectan sólo a las personas que tienen cerca, sino que se conectan al mundo”, gracias a la red.

Además, también cambia el concepto de competitividad, que pasa a ser “absolutamente horizontal”. Esta idea se basa en el concepto que Vidal definió como “el cerdito contra el purasangre”. Es decir, de cómo una empresa pequeña puede competir contra los gigantes. Algo que, según el conferenciante, pasa “no por competir en la misma carrera del purasangre”, sino que consiste en que “el cerdito sea el mejor en lo que sabe hacer” y que, en cambio, el purasangre, con menos flexibilidad, no podría desarrollar.

Marc Vidal

Marc Vidal es analista económico especializado en el concepto de “nueva economía”. Fue interim manager y consultor en modernización de compañías e internacionalización de empresas. Ha sido seleccionado una de las diez personas más influyente de Internet en España.