La importancia de las PYMES en la Unión Europea es evidente si tenemos en cuenta que un 99,8% de las empresas en el sector no financiero son de tamaño pequeño y mediano –y absorben un 66,7% del empleo- y sólo un 0,2% son grandes empresas, que suponen un 33,3% del empleo total.

Dentro de las PYMES destaca la elevadísima proporción de micro-empresas. Más de 9 de cada 10 empresas de la UE-27 cuentan con menos de 10 empleados y son, por tanto, micro-empresas. El promedio de micro-empresas en la Unión Europea es de un 92% sobre el total.

Entre los países que cuentan con mayor tasa de micro-empresas en su tejido productivo destacan Polonia (95,5%) y la República Checa (95,1%), figurando a continuación Suecia (94,7%), Italia (94,3%), Hungría (94,3%) y Portugal (94,0%). En España hay un 93,1% de micro-empresas, un 6,0% de pequeñas empresas (entre 10 y 49 empleados) y sólo un 0,8% de empresas medianas (entre 50 y 249 empleados). Bélgica, Eslovenia y Chipre también superan levemente la media europea.

Los países que figuran por debajo del promedio suelen contar con una menor proporción de microempresas y un porcentaje bastante más elevado de empresas de pequeño tamaño. Así ocurre, sobre todo, en Alemania y Eslovaquia que cierran la clasificación. En Alemania un 83,0% de las empresas son micro-empresas, pero las pequeñas empresas suponen un 14,1%. En Eslovaquia las pequeñas empresas alcanzan un 24,2% sobre el total, la cifra más elevada de la UE, mientras que las
micro-empresas apenas superan el 71%.