La generación en múltiples procesos industriales de contaminantes ambientales en forma de gases, líquidos o sólidos, supone, para el trabajador expuesto, la aparición de riesgos que deben ser controlados mediante la implantación de medidas preventivas de actuación.
El ser humano necesita que la temperatura interna de su cuerpo se mantenga más o menos constante con unas variaciones mínimas y para lograrlo dispone de un sistema termorregulador. Cuando este sistema llega a su límite y persiste la exposición a niveles elevados de temperatura ambiente, pueden producirse daños irreversibles sobre la salud del trabajador.
El sistema termorregulador se encarga de mantener la temperatura del cuerpo estable; no obstante, pueden aparecer daños para la salud cuando no sea posible alcanzar la situación de estabilidad.
Los trastornos producidos por la exposición a niveles elevados de temperatura ambiente aparecen en situaciones donde las condiciones de trabajo son extremadamente duras, como los trabajos al aire libre, los trabajos con focos de calor añadidos (como calderas, fundiciones, soldaduras…) o los trabajos que conllevan la realización de esfuerzos físicos.
Cuando una persona se ve expuesta a ambientes calurosos se activan diversos mecanismos fisiológicos que eliminan calor con el fin de mantener la temperatura normal del organismo. Los más importantes son:
Producción de sudor: la eliminación del calor se produce solamente cuando el sudor se evapora, por lo que la velocidad del aire y la humedad ambiental son factores críticos. Si la humedad es alta, aunque el cuerpo sigue produciendo sudor, la evaporación se reduce. El sudor que no puede evaporarse no tiene efecto de enfriamiento, resbala por el cuerpo y se desperdicia desde el punto de vista de la regulación térmica.
Aumento del flujo sanguíneo: se produce mediante la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, facilitando así la transferencia de calor desde el organismo al ambiente.
La aclimatación de las personas al calor tras permanecer expuestas al mismo durante largos periodos de tiempo conlleva que el individuo comience a sudar a temperaturas corporales más bajas, aumentando la cantidad de sudor producido. Además, aumenta el volumen plasmático y se reduce la frecuencia cardiaca.
Cuando los mecanismos fisiológicos de eliminación de calor son insuficientes y persiste la agresión térmica, la temperatura interna del organismo aumenta hasta que se produce el golpe de calor, con pérdida de consciencia, estado de coma y en algunos casos la muerte.
Efectos sobre la salud
Alteraciones cutáneas:
- Erupción: irritación con enrojecimiento de las zonas de la piel cubiertas por sudor sin evaporar, principalmente aquellas que están tapadas por la ropa, provocando una situación de picor.
- Quemaduras: se producen cuando el aporte de calor hace que se sobrepase la temperatura máxima que puede soportar la piel sin dañarse.
Alteraciones sistémicas. Afectan a sistemas (compuestos por varios órganos) que desarrollan funciones complejas en el organismo:
- Golpe de calor: consiste en una excesiva acumulación de calor producida como consecuencia de una elevada carga de trabajo desarrollada en un ambiente térmico agresivo. Afecta principalmente a trabajadores no aclimatados, con problemas físicos como obesidad y trastornos cardiovasculares o de adicción al alcohol. Los síntomas son un rápido ascenso de la temperatura corporal, llegando a superar los 41ºC, al tiempo que desaparece la sudoración, la persona afectada puede sufrir convulsiones y pérdida de conciencia. El desenlace más probable es la muerte.
- Agotamiento por calor: consiste en fatiga física y aturdimiento, ocasionados por una insuficiencia circulatoria debida a una mayor afluencia de sangre a la piel, que puede dar lugar a un síncope por disminución de la aportación de sangre al cerebro. El tratamiento que procede en estos casos es el traslado a la persona afectada a un ambiente más frío para que repose en posición tumbada con las rodillas dobladas o sentada con la cabeza baja. La recuperación suele ser rápida y completa.
- Deshidratación: es la pérdida excesiva de agua corporal, como consecuencia de que la cantidad de agua perdida a través de la sudoración es significativamente mayor que la del agua ingerida. A partir de una pérdida del 2% del agua corporal, se reduce la capacidad para el trabajo, superando el 5% se deteriora la capacidad física y mental y un 15% ocasiona el fallecimiento. El aporte frecuente de agua es la mejor opción para evitar la deshidratación.
- Déficit salino: se produce cuando el nivel de cloruro de sodio en el organismo cae por debajo de unos valores determinados, afectando principalmente a trabajadores con dificultades de aclimatación. Entre los síntomas característicos están los calambres y para su tratamiento es necesario reducir la sudoración trasladando a la persona afectada a un ambiente fresco y aumentando la ingestión de sal mediante la toma de bebidas salinas.
Medidas de prevención
Se pueden desarrollar numerosas líneas de actuación para controlar el riesgo derivado de las condiciones ambientales: sobre la fuente de emisión de calor, sobre el medio de propagación y, en última instancia, sobre el trabajador.
Actuaciones sobre la fuente de emisión del calor
- Modificar los procesos productivos, eliminando o reduciendo las fuentes de calor, comenzando por las más importantes.
- Aislar el foco de calor, con la ayuda de material absorbente.
- Separar las fuentes de emisión de calor de las zonas donde realicen tareas los trabajadores.
- Apantallamiento del foco por interposición de elementos reflectores, absorbentes o aislantes.
- Conducción del calor desde el origen hacia el exterior, siguiendo el camino más directo o compatible con el desarrollo físico de la radiación.
- Acondicionar el ambiente cromático de los lugares de trabajo.
Actuación sobre el medio de propagación
- Evitar la instalación de focos de calor en lugares poco espaciosos.
- Disponer de sistemas adecuados de ventilación para mantener el aire en constante movimiento.
- Instalar medidores de temperatura.
- Intercalar zonas de aclimatación para evitar cambios de temperatura excesivos.
- Dotar a las instalaciones de fuentes de agua corriente y potable para beber y refrescar el suelo y las paredes.
- Automatizar los procesos.
Actuaciones sobre el trabajador
- Realizar una adecuada selección de personal.
- Aislar las zonas de trabajo del operario respecto de las zonas más calientes del local.
- Limitar el tiempo de exposición y facilitar la rotación de trabajadores expuestos.
- Establecer descansos.
- Dotar al trabajador de ropa de trabajo adecuada, con propiedades aislantes y transpirables.
- Dotar al trabajador de equipos de protección individual adecuados a las características de las tareas y al nivel y naturaleza del calor. Normas de referencia para la elección de los equipos: UNE EN 531: Ropa de protección para trabajadores industriales expuestos al calor (excluyendo ropa de bomberos y de soldadores); UNE EN 511 Guantes de protección contra el frío; UNE EN 407:05 Guantes de protección contra riesgos térmicos (calor y/o fuego).
Fuentes
- Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, www.funprl.es.
- Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, www.insht.es.
Beatriz Remón
Dpto. de Prevención de Riesgos Laborales de CEN