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El envejecimiento de la población y los efectos de la crisis: un riesgo para el sistema de bienestar
Así se refleja en la disminución del índice de natalidad, el aumento de la tasa de defunciones o la abrupta caída de cotizantes
El padrón de Navarra se redujo un 0,6% en el último año, situándose la población de la Comunidad Foral a 1 de enero de 2014 en 640.356 habitantes. Así lo reveló esta semana el Instituto de Estadística de Navarra (IEN), lo cual se une a otros datos negativos, como el difundido el pasado diciembre en el que se advertía del descenso de nacimientos en Navarra, así como un aumento mucho mayor de las defunciones.

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Más esperanza de vida y menos natalidad: España, uno de los países "más viejos" del mundo
De cara a 2052, el número de pensionistas se duplicará, mientras que la población en edad de trabajar se reducirá en un 33%
"Nuestra sociedad padece una estructura poblacional desequilibrada, que conlleva un gran problema de sostenibilidad", así lo asegura el estudio "Impacto de las pensiones en la mujer. Jubilación y calidad de vida en España", editado por VidaCaixa (la aseguradora del grupo "La Caixa") y el IESE Business School. El informe analiza el impacto del envejecimiento de la población sobre el sistema de bienestar, especialmente en lo relativo a cómo afectará a la mujer, y advierte de que "el aumento de la esperanza de vida y el descenso de la natalidad hacen ya de España uno de los países más viejos del mundo".





Jubilaciķn y calidad de vida
"Las mujeres son más vulnerables ante la jubilaciķn"
IESE y VidaCaixa
 Descargar fichero relacionado Impacto de las pensiones en la mujer. Jubilaciķn y calidad de vida en Espaņa
IESE y VidaCaixa

Así, el estudio alerta de algunos riesgos, como los derivados de la propia crisis económica, que ha llevado a que se reduzca enormemente el número de trabajadores que cotizan a la Seguridad Social, y que suponen la base del actual modelo de reparto que posibilita que se paguen las pensiones. Según pone de relieve VidaCaixa, el pasado año 2013, el número de afiliados a la Seguridad Social fue de 16.357.640 personas, 2,8 millones menos que en el año 2007, cuando se produjo su máximo histórico. En ese mismo año, el número de cotizantes, en proporción al número de pensiones abonadas, fue de 1,8.

Por otro lado, la esperanza de vida al nacer pasará de 79,1 años en 2011 a 86,9 años en 2051 y en el 2022 habrá menos nacimientos que defunciones y la población total disminuirá en 3,5 millones de personas en el año 2051. En este último año, el número de personas en edad de trabajar (16-64 años) será igual al de personas inactivas (más de 64 y menos de 16) y la tasa de dependencia será del 100% (esto conllevaría a que cada persona activa tendrá que sostener a una inactiva), mientras que en el año 2012 fue del 50,4%.

Proyección de la población 2012-2032-2052

Fuente:Estudio “Impacto de las pensiones en la mujer. Jubilación y calidad de vida en España” a partir de datos INE (2013). Proyecciones de población a largo plazo: 2012-2052. Parámetros de evolución demográfica. INE

“El principal desafío al que se enfrenta la sociedad española en los próximos años es el garantizar el poder adquisitivo de las personas que se jubilan. La crisis económica repercute, a corto plazo, en la viabilidad del sistema de pensiones, y factores como el aumento de la esperanza de vida o las bajas tasas de natalidad, ponen en riesgo la sostenibilidad del sistema y la calidad de vida de las generaciones futuras”, tal y como remarca el estudio.

Una esperanza de vida mayor que la media europea

Según pone de relieve este estudio, en 1992, la esperanza de vida al nacer era de 73,9 años para los hombres y de 81,2 años para las mujeres, lo que suponía una diferencia entre ambos de 7,3 años. En 2011, la esperanza de vida aumentó para ambos sexos, llegando a los 79,2 años los hombres y a los 85 años las mujeres, reduciéndose el gap a 5,8 años. Tal y como proyecta el INE (Instituto Nacional de Estadística), la esperanza de vida al nacer será en 2021 de 81,2 años para los hombres y de 86,5 años para las mujeres, llegando en 2051 a los 86,8 años para los hombres y a los 90,8 años para las mujeres.

Atendiendo a la esperanza de vida de las personas que en 2013 habían cumplido 60 años, se destaca que la media de años en las mujeres españolas es de 27,3 años, mientras que la de los hombres es de 22,6 años. Si lo comparamos con la esperanza de vida de la media de la Unión Europea, las mujeres españolas superan a las europeas en 1,7 años, y los hombres españoles en 1,1 años.

Si bien el estudio de VidaCaixa también reconoce que “el aumento de la esperanza de vida, por sí solo, no debería afectar a la sostenibilidad de las pensiones públicas, siempre que fuera acompañado por una tasa de fertilidad que garantizara el reemplazo generacional y una población activa suficiente para poder atender el número de años durante los cuales los pensionistas necesitan percibir su prestación”.

Los nacimientos cayeron un 3,9% en 2012

Sin embargo, “la disminución del índice de natalidad indica que, a corto y medio plazo, no podrá frenarse el envejecimiento de la población y, por tanto, deberíamos prever las consecuencias de dicha tendencia”, tal y como advierte el informe. Según los datos el INE, el número de nacimientos en España disminuyó un 3,9%, en el año 2012, respecto al año anterior. Este descenso se produce por cuarto año consecutivo: entre los años 2008 y 2012, el número total de nacimientos pasó de 519.779 a 453.637, lo que supone una reducción del 12,8%.

El documento también se refiere al indicador coyuntural de fecundidad, es decir, el número medio de hijos que tendría una mujer a lo largo de su vida fértil (siempre que se mantuviera la misma intensidad de fecundidad por edad que la observada en el año) fue del 1,32 en el año 2012. Este indicador ha ido descendiendo en los últimos cinco años, del 1,44 en 2008 al 1,38 en 2009, produciéndose una reducción en el año 2010 con un índice del 1,37 y en el año 2011 del 1,34.

En 2018, se producirán más defunciones que nacimientos

Con todos estos datos, el estudio de VidaCaixa y el IESE muestran distintas proyecciones, como la de que España pasará de tener un 17% de la población mayor de 64 años, en el 2011, al 37% en el año 2052. De cumplirse este pronóstico, esto supondría que el número de pensionistas prácticamente se duplicaría y pasaría de los 8 a los 15 millones. Al mismo tiempo, la población en edad de trabajar se reduciría en un 33% en ese periodo.

En el año 2012, el grupo de edad comprendido entre los 24 y los 64 años representaba el 66% de la población española. Para garantizar la sostenibilidad del Estado del Bienestar es necesario que la población activa sea suficientemente amplia para cubrir los gastos sociales tanto de la población que, por encontrarse en edad escolar y de formarse, aún no genera rentas como de las personas que, por haberse jubilado, perciben una pensión. Según dichas proyecciones, el porcentaje de la población entre 24 y 64 años pasaría del 66% en 2012 al 49% en 2052.

A estos datos habría que añadir que, según las estadísticas del INE, a partir del año 2018 se producirán más defunciones que nacimientos. Otro indicador es el de que, en enero de 2012, la población residente en España era de 46.196.278 habitantes. Siguiendo las predicciones del INE, la población disminuirá un 2,5% en el año 2022, un 5% en el 2032, un 7,4% en el 2042, y habría un 10% menos de habitantes en 2052.

Si se mantienen estas tendencias demográficas, en el año 2052, la población comprendida entre los 0 y los 24 años de edad se reduciría en casi tres millones. No obstante, la pérdida de población más significativa se encontraría entre el grupo de edad de los 25 a los 65 años, precisamente en el que se encuentra en edad de trabajar, el cual podría llegar a reducirse en casi nueve millones de personas. En este contexto, el único grupo de edad que crecería es el mayor de 65 años, con un aumento de más de siete millones. Cabe destacar que el efecto del baby boom, que tuvo lugar en España entre los años 50 y los 70, conllevará la jubilación masiva de una generación.

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