PORTADA  /  DESTACADOS  /  APERTURA  /  PREVENCIÓN  /  ACTUALIDAD  /  FISCAL  /  ESTADÍSTICA  /  NOTAS ECONÓMICAS CEOE   
 Relacionada
Informe BBVA
Tendencias a medio plazo en la banca española
 Actualidad 
 RSS ACTUALIDAD
El BBVA advierte de que "no se volverá a ofrecer una liquidez tan abundante como en el pasado"
Siete tendencias a medio plazo en la banca española
"Los mercados financieros no volverán a ofrecer una liquidez tan abundante y barata como en el pasado, pues los agentes son ahora más conscientes de los riesgos que asumen".

 Descargar fichero relacionado Tendencias a medio plazo en la banca espaņola
Informe BBVA

Por otra parte, “los reguladores y supervisores incrementarán su presión sobre el sistema bancario, intentando evitar que se repitan episodios como los de la reciente crisis”.

Ésta es una de las advertencias que manifiesta el BBVA con relación a sus perspectivas para el sector financiero, y que recoge en su reciente documento “Tendencias a medio plazo en la banca española”. En este trabajo, se desglosan hasta siete tendencias que marcaran el sector:

1. Un sistema más pequeño: sobrecapacidad y concentración.

El informe relata cómo la actividad de las cajas estaba tradicionalmente restringida por ley a ciertas actividades y sus regiones de origen, peor que la liberalización de finales de los setenta, conllevó una fuerte competencia y una expansión de las redes por todo el territorio nacional. Por ejemplo, en los años previos a la concentración de las cajas, del año 2000 a 2008, el número de oficinas de las cajas de ahorro aumentó en un 30%, mientras que el de bancos se redujo en un 1%. Del mismo modo, los empleados de la banca crecieron un 33% en este periodo frente a la caída del 6% de los bancos.

Sin embargo, el futuro del sector estará marcado por un tamaño menor. A la hora de definir el tamaño óptimo de las redes, BBVA considera que “una alternativa sería estimar el tamaño que maximice la eficiencia”. Es decir, que “añadir una oficina de más está justificado si lo que aporta la entidad es más que el coste que supone”.

2. Un sistema más minorista: back to basics.

“La crisis financiera internacional que azota al mundo desde 2007 nos ha dejado lecciones importantes, como el riesgo ligado a ciertas actividades de banca mayorista”. Concretamente, se refiere a las hipotecas subprime. Ya entonces, la primera reacción de las entidades financieras fue la de “reducir sus posiciones mayoristas, vendiendo todos los productos potencialmente relacionados con el subprime. De hecho, los controles de los supervisores sobre el riesgo de mercado se incrementaron, y éste ganó importancia dentro de los test de estrés que se hicieron a las entidades”.

Además, el informe del BBVA ya destaca que, en países como Grecia, España o Portugal la banca es principalmente minorista, “como queda reflejado en la gran proporción de su pasivo dedicado a los préstamos al sector privado (otros sectores residentes, depósitos OSR) o la de sus pasivos corresponden a depósitos de los mismos agentes”. A este respecto, el documento añade: “en un futuro, los sistemas más minoristas, como el español, serán los grandes beneficiados de los cambios que ha desencadenado la crisis”.

3. Un sistema más regulado y supervisado.

La banca está teniendo una “revisión en profundidad”, y, al ser un negocio global, esta revisión se está realizando bajo las directrices del G-20 y de su brazo técnico, el Consejo de Estabilidad Financiera, con sede en Basilea. En concreto, el informe se refiere a la reforma de Basilea III, que “persigue reforzar la cantidad y calidad del capital, de manera que exista una mayor capacidad de absorción de pérdidas en caso de crisis. Adicionalmente, se aumenta la sensibilidad al riesgo de ciertas operaciones, se establece un ratio de apalancamiento máximo para limitar el ahorro de consumo de capital mediante modelos internos y se fijan ratios de liquidez mínimos tanto por el lado del activo como por el lado de la financiación”.

También se refuerzan las “herramientas de gestión de crisis bancarias”, de manera que “dejen de ser eventos traumáticos ante los que las autoridades apenas disponen de herramientas, más allá del uso masivo de fondos públicos”. Por otra parte, se pretenden prohibir ciertas actividades arriesgadas a los bancos que captan depósitos, así como separar la banca minorista y  la de inversión.

Sin embargo, BBVA denuncia que la aplicación de Basilea III “no está siendo uniforme por geografías”, y añade: “en un sector tan globalizado como el financiero esta ampliación de las diferencias regulatorias, junto con el retraimiento de los mercados financieros al interior de las fronteras nacionales, está provocando una fragmentación de los mercados financieros que amenaza con revertir las ganancias de eficiencia y de diversificación de riesgos de las décadas anteriores”.

4. Un sistema a la búsqueda de la rentabilidad.

“La rentabilidad del negocio bancario se reducirá en media en los países desarrollados, entre ellos España, y no de forma cíclica, sino estructural. De hecho, Basilea III también será un factor que, al hacer más estricta la normativa de capital, erosionará la rentabilidad de las entidades. En concreto, “la rentabilidad del sistema financiero español se resentirá en los próximos años. Medida como la rentabilidad sobre el capital, en el futuro será ligeramente inferior en media a los niveles anteriores a la crisis, cuando se rondaba el 12%, y permanecerá en la banda baja de los países desarrollados”:

Aunque el informe da alguna pista, como la de que, “cuanto más diversificada sea una entidad, más sostenible será su rentabilidad, y esta mayor diversificación puede entenderse en términos de geografías (países emergentes), sectores (el desapalancamiento en la construcción debe ser compatible con el nuevo crédito para la demanda solvente) y negocios (donde las nuevas tecnologías jugarán un papel fundamental)”.

5. Un sistema más integrado: unión bancaria.

“El cambio más inminente es el establecimiento de un supervisor único europeo, que traerá consigo una nueva cultura supervisora”, señala el documento del BBVA, que avanza que “la responsabilidad final de la unión recaerá en el BCE”, que “será un supervisor más distanciado de las entidades supervisadas, lo que por un lado aumenta su neutralidad frente a los supervisados, equilibrando el terreno de juego en Europa, pero por otro lado refuerza la necesidad de diálogo para asegurar una adecuada comprensión de los modelos de negocio”.

6. Bancos internacionales.

La banca será, asimismo, más internacional. De hecho, el documento subraya que “las entidades que ya estén instaladas en países emergentes cuentan con importantes ventajas”, aunque añade que “no todas las diversificaciones geográficas son iguales, y la crisis financiera internacional nos acaba de proporcionar información sobre qué modelos de negocio de expansión internacional han resultado ser más de más éxito”.

7. Un sistema más tecnológico.

“La sociedad está cambiando, y los bancos deben adaptarse a esta nueva realidad y a un cliente más sofisticado”. Así, el informe se hace eco de nuevas tendencias como las referentes a los pagos por Internet. Por ejemplo, “se han creado monederos virtuales (Google Wallet) que permiten guardar recursos para hacer compras online, unificando todas las tarjetas de crédito, cupones descuento y tarjetas de fidelidad en el móvil”. También “se han desarrollado mercados de cambio entre monedas reales y virtuales (Bitcoin). Incluso se han establecido alianzas entre empresas de telefonía y de tarjetas de crédito (Wanda) para permitir pagos por teléfono móvil”.

Imprimir noticia