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Estudio Fundación BBVA - Ivie
Las regiones con mejores resultados en rendimiento educativo resisten mejor el impacto de la crisis
Navarra, la quinta Comunidad Autónoma con mayor índice de desarrollo educativo

Un estudio de la Fundación BBVA y el Ivie (instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) analiza el sistema educativo en nuestro país a partir de los datos del informe PISA y su impacto en el desarrollo económico. Según este documento, las diferencias de resultados educativos entre autonomías son tan grandes como entre países de la OCDE. Atendiendo a los resultados de este informe, Navarra se encuentra por encima de la media tanto en desarrollo educativo, como en rendimiento, equidad y calidad.

Además, según este estudio, si las regiones españolas obtuvieran los mismos resultados en PISA que Finlandia, el país de la OCDE que tradicionalmente obtiene los mejores resultados, la renta per cápita española podría llegar a aumentar un 1% anual.

Estas son algunas de las princicipales conclusiones del diagnóstico que presenta el estudio Fundación BBVA-Ivie Educación y desarrollo. PISA 2009 y el sistema educativo español, una investigación coordinada por Antonio Villar, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide e investigador del Ivie.

 

Distribución relativa del Índice de Desarrollo Educativo en España

El informe también reconoce que a pesar de la espectacular extensión de la formación en España conseguida durante las últimas décadas, ésta no se ha visto acompañada de una mejora suficiente de la calidad, el aspecto en el que el sistema educativo español presenta mayores insuficiencias. A esto se unen las notables diferencias de resultados entre las comunidades autónomas españolas, pese a compartir un mismo sistema educativo. La diferencia entre los conocimientos que se alcanzan en las regiones con mayor y menor rendimiento equivale a un año y medio de escolarización. Estas diferencias son aún mayores cuando tenemos en cuenta no solo el rendimiento educativo, sino también la calidad.


Evaluación de los sistemas educativos

En comparación con el resto de países de la Unión Europea de los Quince, España obtiene buenos resultados desde el punto de vista de la equidad, está por debajo de la media en rendimiento, y está muy por debajo de la media en calidad, que es uno de los principales puntos débiles de nuestro sistema educativo.

Si comparamos los resultados del sistema educativo en cuanto a rendimiento, equidad y calidad en las comunidades autónomas españolas –las catorce en las que se amplió la muestra de PISA para disponer de resultados comparables-, observamos que existe una gran diversidad de resultados entre ellas (cuadro 2). Todas están por debajo de la media de la OCDE en términos de calidad, aunque algunas obtienen buenos resultados en términos de rendimiento (Castilla y León, Comunidad de Madrid, Cataluña y La Rioja) y de equidad (Galicia, País Vasco y Cataluña, entre otras).

Resultados del sistema educativo. España y comunidades autónomas.  OCDE = 100

También se observa que las comunidades con mejores resultados en rendimiento se encuentran entre las que logran mayores niveles de equidad, mientras que no existe una correlación clara entre desarrollo económico y desarrollo educativo. Así, las comunidades noroccidentales tienen buenos resultados educativos a pesar de no ocupar posiciones destacadas en términos de desarrollo económico o renta per cápita. 

Dos problemas urgentes: el fracaso escolar y la falta de atención a la excelencia

La investigación señala dos cuestiones que convendría abordar de forma directa y urgente: el fracaso escolar y la excelencia o, dicho de otro modo, las altas tasas de repetidores y los bajos porcentajes de estudiantes que acceden a los niveles superiores de competencias.

Con respecto a los repetidores, los datos son mucho peores que los de la mayoría de países: en España hay un 36,6% de alumnos repetidores frente a un 17,4% en la OCDE. Los autores indican que el tratamiento precoz de las dificultades de aprendizaje podría ayudar a reducir el fracaso en los niveles más avanzados de la educación obligatoria, que es donde se concentra el grueso de los repetidores. En este sentido recuerdan que muchos de los repetidores de 15 años no se graduarán, de modo que, en la medida que son conscientes de ello, sus incentivos para realizar esfuerzos en las etapas finales del ciclo educativo son mínimos.

España también presenta datos mucho peores que los de su entorno en cuanto a los alumnos que alcanzan los niveles superiores de competencias educativas (niveles 5 y 6 del informe PISA). Frente al 7,6% de los estudiantes de la OCDE que alcanzan los niveles más altos de competencias, en España esa cifra se reduce hasta un 3,4%. Así pues, no parece que el sistema educativo preste la suficiente atención a los mejores alumnos y esto tiene implicaciones tanto en los efectos arrastre que genera como en la calidad de los estudiantes que accederán a los estudios superiores. Según el estudio, flexibilizar el proceso de aprendizaje de los alumnos que van a distintas velocidades y permitir procesos diferenciados de enseñanza podría ayudar a no diluir el talento y hacer del mismo un estímulo para el grupo.

Los autores señalan que la falta de atención a estos dos problemas puede estar relacionada con la fuerte estandarización  de los servicios educativos que existe en España y que dificulta la respuesta diferenciada frente a necesidades específicas. Los colegios españoles parecen tener muy poco margen para realizar adaptaciones al entorno (tanto en términos de diseño curricular y tratamiento diferenciado de los alumnos, como de selección de recursos materiales y humanos) o poner en práctica  incentivos que estimulen la consecución de buenos resultados. La autonomía y capacidad de gestión de los colegios españoles está muy por debajo de la media de la OCDE en todos los aspectos (contratación de profesorado y salarios, admisión de alumnos y normativa de evaluación y disciplina, contenidos y medios pedagógicos).

Esta estandarización no genera resultados uniformes en el territorio nacional, como se observa en las diferencias entre comunidades autónomas, que persisten cuando se descuentan los efectos de los factores socioeconómicos. 

 

Porcentaje de población mayor de 16 años con estudios superiores. España y comunidades autónomas. 1991, 2000 y 2010


Medidas a medio y largo plazo

A partir de los resultados de la investigación, el estudio plantea algunas recomendaciones para la mejora del sistema educativo a medio y largo plazo.

En opinión de los autores, valdría la pena considerar el diseño de políticas destinadas a mejorar los hábitos culturales de las familias (algo en lo que los medios de comunicación públicos podrían jugar un papel importante) y su implicación en el proceso formativo, además de potenciar la cultura escrita, tanto digital como convencional. Una razón para prestar atención a este aspecto es que PISA muestra que el número de libros que hay en los hogares y la actitud frente a la lectura son variables explicativas de las diferencias de rendimiento, en todos los ámbitos.

También cabría introducir pruebas externas (exámenes estandarizados de final de ciclo, por ejemplo) que permitieran tener información sobre el rendimiento de los centros educativos, similar a la que ofrece PISA sobre los países. Estas pruebas ayudarían a identificar las políticas que consiguen mejores resultados a partir del análisis de las prácticas educativas de los centros con más éxito. Además, facilitarían el diseño de esquemas de incentivos, tanto a los centros como al profesorado, en función de los resultados obtenidos. Asimismo proporcionarían información a las familias sobre los niveles de sus hijos, el colegio en el que estudian y su relación con el entorno general en el que tendrán que desenvolverse (p. ej. en comparación con otros estudiantes y otros colegios de su región). Finalmente, supondría una forma de que los centros rindieran cuentas explícitamente a la sociedad que sufraga los gastos de la educación.

Parece conveniente mantener la estrategia de ampliar la educación preescolar, porque la extensión de la educación infantil a edades tempranas se ha mostrado como un factor que afecta muy positivamente a la formación de capital humano. No se trata tanto de que los niños aprendan más cosas antes, sino de que adquieran hábitos y actitudes formativas adecuadas muy pronto. Cabe destacar que España es uno de los países con mayor extensión de la educación temprana, si bien está muy concentrada en los hijos de las familias con mayores niveles educativos y socioeconómicos.

En el actual contexto de crisis, no parece fácil que en los próximos años haya disponibles más recursos para hacer frente a las mejoras educativas que se necesitan. Hay sin embargo margen para mejoras que no impliquen crecimiento del gasto o que puedan alcanzarse modificando la composición del mismo.

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