En lo que respecta al tratamiento de residuos recogido en la Ley 22/2011, se continúa citando las instalaciones más representativas para el tratamiento de residuos, así como las operaciones que se realizan para tratar los residuos recibidos.
Valorización y reciclado de envases industriales usados: Son instalaciones donde los envases industriales usados se reacondicionan para su reciclado. El proceso de reacondicionamiento garantiza que el envase puede ser nuevamente utilizado, habiéndose verificado su integridad y eliminado los riesgos producidos por su uso anterior.
Recuperación de residuos de disolventes orgánicos: Los residuos de disolventes son considerados como residuos peligrosos. Para su regeneración son sometidos a tratamientos basados en su “recuperación por destilación”, especialmente los disolventes procedentes de limpiezas, y “recuperación por rectificación” o “destilación fraccionada”, para disolventes residuales de procesos químicos en general.
Regeneración de aceites industriales usados: Se consideran “aceites usados” todo aceite industrial que se haya vuelto inadecuado para el uso al que se le hubiera asignado inicialmente. Estos aceites usados se consideran residuos peligrosos por su impacto negativo sobre el medio ambiente, tanto si se depositan en el suelo o se vierten en aguas, afectando ríos y acuíferos, como si se queman en condiciones inadecuadas, emitiendo gases contaminantes a la atmósfera.
Tratamiento y reciclaje de frigoríficos: Los frigoríficos contienen sustancias nocivas que es necesario extraer para evitar su paso de forma incontrolada al medio ambiente. Las plantas para la valorización de frigoríficos tienen como objetivo, por un lado, recuperar estas sustancias contaminantes y por otro, valorizar los productos o materiales que contienen: piezas de aluminio y de cobre, cables eléctricos, vidrio, plástico y hierro.
Tratamiento y reciclaje de residuos de pilas: Las pilas, sean de tipo bastón o botón, contienen metales como mercurio, cadmio o plomo, peligrosos para la salud de las personas y para el medio ambiente. Por lo tanto, se trata de residuos peligrosos que requieren un tratamiento específico.
Tratamiento y reciclaje de residuos de lámparas de descarga: En la fabricación de lámparas de descarga se utilizan sustancias tóxicas, como el mercurio. Por lo tanto, se deben considerar como residuos peligrosos. Estas instalaciones permiten la obtención y recuperación de los materiales peligrosos que contienen estas lámparas (mercurio). Además, se recupera vidrio.
Valorización de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos: Se entiende por “residuos de aparatos eléctricos y electrónicos” los aparatos eléctricos y electrónicos, sus materiales, componentes, consumibles y subconjuntos que los componen, procedentes tanto de hogares particulares como de usos profesionales, a partir del momento en que pasan a ser residuos. Las plantas para el tratamiento de estos residuos tienen como objetivo su descontaminación, desmontaje, trituración, y valorización o preparación para su eliminación.
Tratamiento y reciclaje de vehículos fuera de uso (VFU): Un vehículo fuera de uso es un residuo peligroso para el medio ambiente, debido a los distintos materiales y fluidos que lo componen. Las instalaciones para el tratamiento de estos residuos tienen como objetivo una correcta gestión de los vehículos fuera de uso, mediante su descontaminación, separando inicialmente todos los componentes que le confieren su condición de residuo peligroso, para su posterior envío a un gestor autorizado para el reciclado de cada tipo de residuo.
Tratamiento de residuos de vidrio: Los residuos de envases de vidrio recogidos selectivamente se acaban reciclando en un 100%, siendo todo el vidrio aprovechable sin perder ninguna de sus cualidades.
- Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, www.insht.es
- Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, www.funprl.es
Dpto. de Prevención de Riesgos Laborales de CEN
"El contenido de dicha publicación es responsabilidad exclusiva de la entidad ejecutante y no refleja necesariamente la opinión de la FUNDACIÓN de prevención de riesgos laborales”.