La Asociación de Empresarias y Directivas de Navarra, Amedna-Neeze, ha presentado esta semana a las empresas navarras CheckConcilia, una nueva herramienta informática pionera e innovadora que posibilitará a las empresas, por primera vez, calcular las inversiones y el retorno cuantitativo que obtienen o pueden obtener al aplicar e implementar las medidas de conciliación de la vida laboral, familiar y personal en las empresas y entidades.
"No todo el mundo que innova sabe que lo hace". De hecho, un negocio tradicional puede estar invirtiendo gran cantidad de dinero en innovación y no saberlo. La diferencia entre ignorar esa innovación o saber detectarla, hacerla aflorar y gestionarla puede estar en "millones de euros libres de impuestos". Por ejemplo, ya sólo por gasto en I+D, existen deducciones fiscales de un 30% de ese gasto en el Impuesto de Sociedades. Esto sin contar otros incentivos, como los referidos a gastos de personal dedicado a actividades de I+D o a innovaciones tecnológicas.
Estrategias de innovaciķn Siempre encuentras el camino para buscar soluciķn a tu proyecto empresarial Baldomero Fernández
Así lo advirtió el socio director de Novategia, Baldomero Fernández, en el seminario de “Estrategias de la innovación”, que organizaron la Confederación de Empresarios de Navarra, AENOR Formación, el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Navarra y el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra, los pasados días 19 y 20 de junio. La charla abordó la gestión de la innovación como un factor clave en la competitividad, así como distintas estrategias para el análisis tecnológico de la empresa.
En este sentido, Fernández se refirió a la protección tecnológica de la empresa como algo “esencial”, aunque advirtió de que ésta ha de responder a una “estrategia clara”. La referencia para la propiedad industrial está en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Sin embargo, el experto subrayó que la protección de las creaciones a través de patentes no es “la panacea”, y es que “la patente no es el único (ni a veces el mejor) mecanismo de protección”.
Según se advirtió en el curso, antes de registrar una patente internacional, se ha de estar seguro de que esa innovación va a lanzarse al mercado global. De lo contrario, el coste no compensa. Fernández advirtió de que “el mundo de la propiedad intelectual es complejo” y “hay que ir con cuidado”, ya que, por ejemplo, en según qué países (por ejemplo, en China), al proteger algo hay riesgo de que, precisamente, lo puedan plagiar. Éste también reconoció que, “muchas veces, no se patenta para que no te copien, sino para evitar que te denuncien a ti por copiar”.
A este respecto, el socio director de Novategia señaló que “la mejor protección es la de ser primero en el mercado”, dado que “algo que ya existe en el mercado no se puede patentar”. Por este motivo, “publicar algo sin registrar también es una forma de protegerte para que no te lo copien”, aunque deberá poder acreditarse que esa innovación ya está previamente en dominio público.
La perspectiva legal de la innovación
El consultor explicó que existen distintas perspectivas de la innovación. Ésta no sólo se aplica a un producto (que para ser realmente innovador tiene que “enlazar con el mercado”), sino que también puede ser la relativa a los servicios, procesos o al modelo de negocio. Por lo tanto, la innovación no siempre es tecnológica. Sin embargo, y de cara a los beneficios fiscales, tan sólo se contempla la innovación tecnológica. Esto requiere que, de cara a su certificación, siempre haya que argumentar “con enfoque tecnológico”, las innovaciones en la empresa, “extrayendo su esencia”. Y es que la tecnología es un concepto general de “conocimiento o información aplicable a producto, servicio o proceso, gestionado como valor en la empresa”, y puede darse en cualquier sector, tal y como explicó el socio director de Novategia.
A este respecto, Fernández se definió a las definiciones legales de conceptos tales como las actividades de I+D, que son aquellas “que impliquen una novedad de conocimiento o tecnología a nivel internacional o de sector”. Éste señaló que no es fácil encontrar actividades puramente innovadoras, pero que, por ejemplo, también se considera innovación a aplicar técnicas de un sector en otro.
Sin embargo, si nos referimos “novedades subjetivas”, en el ámbito de la propia empresa, nos encontraríamos en el campo de lo que la normativa define como “innovación tecnológica”, que es aquella que implique que el producto o proceso sea nuevo para la empresa, con independencia de su existencia anterior en el mercado.
30 años de experiencia en el sector de la I+D
Baldomero Fernández es ingeniero superior de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid, y docente en múltiples cursos sobre gestión de la innovación, como el Máster en Gestión de la Innovación de AENOR. Cuenta con 30 años de experiencia en puestos directivos y ejecutivos relacionados con la I+D+i en empresas multinacionales.