A su vez, el reelegido presidente de la CEN también dio a conocer la composición del que será el nuevo Comité Ejecutivo de la Confederación, que constará de dos vicepresidentes, José Antonio Olangua y María Victoria Vidaurre; y de los vocales Berta Anaut, Eugenio Antolín, Javier Asirón, Miguel Cabodevilla, María José Ballarín, Javier del Río, Roberto Elizalde, Guillermo Erice, Francisco José Flores, Rafael Irigoyen, David Lezaun, Juan Antonio Las Navas, Francisco López de Alda, Javier Ona, José Pedro Salcedo, Laura Sandúa, José León Taberna y Javier Troyas.

En su intervención, Sarría agradeció a los presentes su reelección e hizo balance de sus cuatro años de presidente, así como expuso los retos a los que se enfrentará en este nuevo mandato. El presidente de la CEN, que anunció que éste será su segundo y último mandato al frente de la patronal, destacó el papel de la Confederación como un “exponente” de la sociedad civil, ejercida de manera “responsable”.

Eso se refleja, por ejemplo, en la “absoluta apuesta” por “un gran activo” para esta sociedad: el actual modelo de concertación social, como el que se llevó a cabo en los últimos años con los sindicatos UGT y CCOO, con los que, por ejemplo, se suscribió hace menos de un año la Revisión del Acuerdo Intersectorial de Navarra sobre Relaciones Laborales, de 8 de junio de 1995, que ya sentó las bases del diálogo social en la Comunidad Foral hace casi veinte años.

Por el contrario, Sarría manifestó que “la política de la confrontación permanente no tiene futuro”, llamando así a abandonar el viejo discurso de la lucha entre el capital y el trabajo, ya que, “en el siglo XXI, es necesario encontrar marcos de acuerdo de colaboración”, concibiendo la empresa como un “lugar común” que dé cabida al diálogo, y, así, crear un clima de cooperación y confianza.

Sin embargo, el reelegido presidente de CEN también denunció que, “desde la lucha política”, se han dado “ataques y críticas” a este modelo de concertación. En esa línea, el representante de la patronal navarra reconoció que los empresarios viven con “preocupación” la inestabilidad política. “Nuestra actividad ya es difícil y esto supone añadir más incertidumbre”, señaló Sarría.

Otro hito que Sarría destacó de su mandato fue el de proseguir con los acuerdos de colaboración con CaixaBank, y antes con Caja Navarra, para facilitar el crédito a las empresas navarras, ante sus dificultades de financiación. El convenio se ha ido suscribiendo por valor de 500 millones de euros cada año, si bien se ha ido ampliando esta cantidad ante la cantidad de créditos concedidos.

Fomentar el emprendimiento desde la Educación

Sarría también expuso su visión acerca de los empresarios y de éstos como emprendedores. “Se ha puesto de moda la palabra ‘emprendedor’”, como si fuera una mera alternativa para aquellos que no encuentran trabajo por cuenta ajena, pero “éste no es el modo correcto de fomentar la vocación empresarial”, advirtió el presidente de CEN. Por el contrario, mostró  su deseo de que el emprendimiento y, como tal, el papel del empresario en la sociedad, sea fomentado “desde edades tempranas”, en el ámbito de la educación.

En este sentido, Sarría se refirió a algunas de las iniciativas que se han llevado a cabo desde la CEN, como la del ciclo de jornadas “Puedo ser empresario”, en las que los alumnos de colegios y centros de FP han conocido, de la mano de empresarios con reconocida trayectoria, la realidad de las empresas, a través de charlas y visitas guiadas.

Otra iniciativa ha sido la de acercar el mundo de la empresa al de la Universidad, por ejemplo, el convenio para la implantación del Programa de Desarrollo de Trabajo de Fin de Grado y Masters, suscrito entre CEN, la Universidad de Navarra, la Fundación Moderna y la Fundación Empresa Universidad, para facilitar que los universitarios desarrollen sus trabajos de fin de grado con trabajos reales de utilidad para las empresas. Tal y como anunció Sarría, la UPNA también se incorporará a este convenio. Del mismo modo, Sarría destacó la colaboración de CEN con el Gobierno de Navarra para la implantación de la Formación Profesional dual en la Comunidad Foral, a través de la cual, 370 alumnos de FP pueden realizar un 50% de su formación en empresas.

Juan Rosell: intensificar las reformas para conseguir más competitividad

La clausura del acto corrió a cargo del presidente de CEOE, Juan Rosell, que agradeció el apoyo de CEN al conjunto de la patronal española, de la que forma parte. Éste hizo un análisis de la coyuntura de las empresas a nivel nacional y reconoció que, a pesar de la recuperación económica, “todavía nos queda camino por recorrer”. Así, Rosell se mostró defensor de “impulsar las reformas necesarias para hacer que las empresas, y el país en su conjunto, ganen competitividad”. Por ejemplo, llamó a “ser valientes en las reformas”, por ejemplo, en la Administración Pública, y es que el nivel de gasto público sigue siendo elevado y, por tanto, se debe seguir reduciendo el déficit y, “a partir de ahí”, también la deuda pública.

El presidente de CEOE también se mostró partidario de una mayor flexibilidad en el marco de la negociación colectiva, haciendo que “lo que ya es real en la empresa, tiene que hacerse legal”, adaptando así el marco jurídico a la realidad de la situación económica que viven las empresas. Del mismo modo, Rosell coincidió con Sarría en poner de relieve la figura del empresario: “sin valorar socialmente lo son las empresas vamos a tener muy poco futuro”.

El sector privado, como creador de empleo

Coincidiendo con su visita a Pamplona, Juan Rosell participó ayer por la mañana en el Foro SER Navarra, organizado por la Cadena SER en la Comunidad Foral, con el patrocinio de VDR, Mediterránea de Catering y la colaboración de Alma Hotels. En este foro, Rosell también manifestó la necesidad de potenciar el sector privado, “como único creador de empleo”.

Rosell hizo un repaso así a la historia de la crisis económica en España, que se inició hace ya seis años. Sin embargo, “desde el año 2000 hasta el año 2008, nuestra economía crecía mucho más que la de los países de nuestro entorno”. A partir de aquel año, llegó la recesión, si bien en nuestro país se tradujo en un mayor desempleo. “Nos hundimos porque no supimos hacer las reformas estructurales para que las empresas pudieran ajustar su producción sin acudir a la destrucción de puestos de trabajo”, explicó éste.

La prueba de esta menor flexibilidad que tenía nuestra economía se comprueba en que, en el año 2009, mientras que “Alemania, cayendo un 5% su PIB, prácticamente no redujo empleo”, en nuestro país, con una caída del 3,6%, se incrementó el paro registrado en casi 800.000 desempleados sólo en ese año. Sin embargo, Rosell reconoció que “ahora la situación es mucho mejor”, ya que se prevé un crecimiento del PIB del 1,2% para este año.