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Dpto. de Prevención de CEN
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Riesgo eléctrico
Dpto. de Prevención de CEN
La energía eléctrica, necesaria para el desarrollo del trabajo, tanto para la alimentación de los equipos de trabajo como para la iluminación, no es inofensiva por lo que su uso puede producir, si no se realiza de forma correcta, un accidente eléctrico, el cual puede acarrear graves daños sobre la salud de las personas y sobre los materiales.

El principal carácter de la peligrosidad de la electricidad está en el hecho de que no es perceptible por nuestros sentidos salvo cuando ya hemos sufrido una descarga o un contacto eléctrico. Otros importantes factores son, que no tiene olor (excepto el ozono generado por el arco eléctrico), no puede ser detectado por la vista, ya que visualmente no existe ninguna diferencia entre un cable en tensión y un cable sin tensión y no se aprecia por el oído, excepto el zumbido en líneas de alta tensión.

Los accidentes ocasionados por contacto eléctrico pueden dar lugar a quemaduras, lesiones graves e incluso producir la muerte. La gravedad de estos accidentes dependerá del tiempo de contacto, de la intensidad de la corriente, de la resistencia del cuerpo humano al paso de la corriente y del lugar de paso de la misma por el cuerpo humano.

Efectos de la electricidad sobre el organismo humano

Cuando una persona se pone en contacto con la corriente eléctrica no todo el organismo se ve afectado por igual. Hay unas partes del cuerpo que resultan más dañadas que otras:

- La piel: supone el primer contacto del organismo con la electricidad. La principal lesión son las quemaduras debido al efecto térmico de la corriente. En baja tensión se originan unas quemaduras superficiales en el punto de entrada y salida de la corriente pero en alta tensión se pueden llegar a producir grandes quemaduras con destrucción de tejidos en profundidad

- El sistema muscular: cuando un impulso eléctrico externo llega al músculo, éste se contrae. Si los impulsos son continuos, producen contracciones sucesivas de forma que la persona es incapaz físicamente de soltarse del elemento conductor por sus propios medios. En esta situación, y dependiendo del tiempo de contacto, la corriente sigue actuando con lo que pueden producirse daños en otros órganos, además de roturas musculares y tendinosas, e incluso pueden generar una situación de asfixia que puede dañar irreversiblemente al cerebro y producir la muerte si se produce una contracción mantenida de los músculos respiratorios

- El corazón: la corriente eléctrica produce una alteración total en el sistema de conducción de los impulsos que rigen la contracción cardíaca, contrayendo o relajando descoordinadamente cada zona del ventrículo. De esta forma, el corazón es incapaz de desempeñar con eficacia su función, demandar sangre al organismo, interrumpiendo su circulación y desembocando en la parada cardíaca

- El sistema nervioso: los impulsos nerviosos son de hecho impulsos eléctricos. Cuando una corriente eléctrica externa interfiere con el sistema nervioso aparecen una serie de alteraciones, como vómitos, vértigos, alteraciones de la visión, pérdidas de oído, parálisis, pérdida de conciencia o parada cardiorrespiratoria

Medidas básicas frente al riesgo eléctrico

Aunque los profesionales del sector eléctrico conocen el riesgo, y saben cómo evitarlo, hay que tener en cuenta que los problemas suelen surgir cuando, por imposición de ritmos de trabajo en la empresa o por la relajación que produce el convivir a diario con el riesgo, por la confianza en la propia experiencia, no se adoptan las medidas preventivas que protegen o anulan el riesgo.

Por otro lado, los meros usuarios de la electricidad tienen menos conocimientos para defenderse del riesgo, aunque su intervención se limita a la conexión y desconexión de los equipos eléctricos. De forma genérica, a nivel usuario, deberá tenerse en consideración lo siguiente:

1. La instalación: debe ajustarse al servicio que tiene que dar, garantizando el aislamiento de las partes activas eléctricamente y la interrupción automática de la alimentación en caso de peligro.

2. Los aparatos: la conexión de un aparato a la red lleva el riesgo eléctrico al mismo. Para evitar el riesgo, el aparato debe disponer de un correcto aislamiento de sus partes activas que, de forma accidental, puedan estar bajo tensión.

3. La conexión instalación-aparato: ésta es la parte que más depende del usuario para preservar su seguridad; hay que utilizar alargaderas, ladrones y cables que soporten el consumo de los aparatos que se quieren conectar. Las conexiones se efectuarán siempre por medio de clavijas normalizadas, nada de empalmes «caseros», evitando también que los cableados y las conexiones obstruyan zonas de paso de personas y/o maquinaria.

4. Las prácticas de trabajo: conocer el riesgo de los trabajos habituales con la electricidad es fundamental para evitar el accidente. Básicamente consistirán en:

a. Siempre que sea posible, desconexión eléctrica previa de los circuitos a manipular

b. Aunque se efectúe la desconexión previa, considerar la instalación como si estuviese bajo tensión, tomando las precauciones pertinentes

c. Si no es posible la desconexión previa, asegurarse de que la instalación dispone de los sistemas automáticos de desconexión, utilizar herramientas certificadas y las protecciones colectivas e individuales adecuadas

Medidas de seguridad para prevenir contactos eléctricos

1. Contacto directo: es el contacto de personas con partes eléctricamente activas de materiales y equipos. Se evita colocando fuera del alcance de las personas los elementos conductores bajo tensión mediante alguna de las siguientes medidas:

- Alejamiento de las partes activas de la instalación, de este modo se hace imposible un contacto fortuito con las manos

- Interposición de obstáculos (p.ej. armarios eléctricos aislantes o barreras de protección), con ello se impide cualquier contacto accidental con las partes activas de la instalación. Si los obstáculos son metálicos, se deben tomar también las medidas de protección previstas contra contacto sin directos

- Recubrimiento con material aislante (p.ej. aislamiento de cables, portalámparas…). No se consideran materiales aislantes apropiados la pintura, los barnices, las lacas o productos similares

2. Contacto indirecto: es el contacto de personas con elementos conductores (masas) puestos accidentalmente bajo tensión por un fallo de aislamiento. Los sistemas de protección contra estos contactos están fundamentados en estos tres principios:

- Impedir la aparición de defectos mediante aislamientos complementarios

- Hacer que el contacto eléctrico no sea peligroso mediante el uso de tensiones no peligrosas

- Limitarla duración del contacto a la corriente mediante dispositivos de corte

Fuentes

- Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, www.funprl.es

- Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, www.insht.es

- REAL DECRETO 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente al riesgo eléctrico.


Beatriz Remón
Dpto. de Prevención de Riesgos Laborales de CEN

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