En el marco del grupo de trabajo "ODS para la sostenibilidad empresarial", que impulsamos desde CEN en colaboración con varias ONGDs, incluimos este artículo elaborado por Oxfam Intermón que trata sobre la respuesta de muchas empresas, grandes y pequeñas, a la emergencia sanitaria y su contribución para amortiguar el impacto del parón económico en las personas más vulnerables.
LA HORA DEL COMPROMISO
Las empresas ante el reto de la pandemia
La actuación de las empresas, y especialmente de las más grandes, contribuye de forma decisiva a configurar el modelo económico y social en el que vivimos. Hay ocasiones en que sus inercias pueden propiciar el incremento de la brecha de desigualdad, pero no fue así en el momento de la irrupción de la pandemia del COVID-19. Muchas empresas –grandes y pequeñas- han puesto en marcha iniciativas, en muchos casos sin contraprestación económica, para contribuir a la respuesta a la emergencia sanitaria y para amortiguar el impacto del parón económico en las personas más vulnerables: apoyo a la atención médica, distribución de material sanitario, atención a personal del sistema de salud o refuerzo de productos de primera necesidad. Además, ante la emergencia sanitaria muchas han hecho esfuerzos para tratar de no repercutir el impacto del parón económico en los actores más vulnerables de su cadena de valor y esto demuestra un compromiso social efectivo y duradero con la reducción de la desigualdad.
Las respuestas de la mayoría de las empresas del Ibex 35 ante la emergencia sanitaria y los primeros ajustes que han puesto en marcha para afrontar el impacto del parón económico dan buenas pistas sobre esa forma de actuación empresarial. Muchas de ellas se han volcado en tratar de arrimar el hombro para atender la emergencia sanitaria con actuaciones que han consistido tanto en apoyar la atención médica y producir y distribuir material sanitario, como en garantizar el suministro de bienes y servicios de primera necesidad, así como otro tipo de medidas. Pero también muchas de ellas han hecho un esfuerzo en tratar de mantener el empleo y en cuidar a sus clientes y proveedores más vulnerables La preocupación para tratar de amortiguar los efectos en los ingresos y la situación laboral de sus trabajadores, proveedores o clientes muestra así mismo, un camino a seguir para entrar en un nuevo paradigma que incorpore la dimensión social y ambiental al puro interés económico. Este tipo de actuaciones reflejan una mayor comprensión por parte de las empresas del impacto que pueden tener en la mejora social.
Actualmente muchos foros empresariales reclaman que las empresas doten a su actividad de un propósito que contribuya a dar respuesta a los desafíos sociales y medioambientales. Para ello, resulta imprescindible que las empresas –grandes y pequeñas- midan el éxito de su actuación incorporando las tres vertientes de su actividad: la económica, la social y la ambiental. Existen actualmente diversas experiencias empresariales que operan bajo marcos de actuación que incorporan la dimensión social y ambiental de su actividad. Se trata de iniciativas que sirven como laboratorios de nuevos modelos empresariales, como son la Economía del Bien Común, las empresas por el Triple Balance, la Economía Solidaria, las B-Corps y el modelo puesto en marcha por la Corporación Mondragón.
Todo esto no es óbice para que todavía queden por mejorar muchas prácticas en busca de un modelo de actuación que, especialmente en las empresas más grandes como las del IBEX 35, contribuya a reducir las desigualdades y a generar una sociedad más justa: el reparto de dividendos, la presencia en paraísos fiscales, las diferencias salariales y la brecha de género, por ejemplo.
Oxfam Intermón en Navarra
Más Información:
*Informe anual La Hora del Compromiso, en el que Oxfam Intermón analiza cinco indicadores correspondientes a 2019 en la actuación de las empresas del IBEX 35: brecha salarial, brecha de género, presencia en paraísos fiscales, pago de impuestos y reparto de dividendos:
