En los casi 60 años que lleva en España la implantación del transporte escolar – el servicio y por lo tanto su coste global  ha crecido de forma muy importante. En el curso 1971 – 72 el transporte a centros públicos de enseñanza  trasladaba alrededor de 125.000 alumnos. En la actualidad el  autobús traslada a más de medio millón de niños. Por nuestras carreteras circulan en torno a 17.000 autobuses destinados a este servicio. 

 

En Navarra, según datos del Departamento de Educación, 14.400 alumnos se suben cada día a 234 autobuses y 135 taxis para asistir a sus respectivos Centros Educativos. Sin embargo queda un gran grupo de 7.000 estudiantes de FP y Bachillerato con edades entre 16 y 18 años que no son autónomos en transporte y que cada día deben desplazarse para continuar con su educación.  Dependen de las líneas regulares, de sus familiares, conocidos, o de tener que trasladarse a vivir a la ciudad y contribuir y a la despoblación de las zonas rurales. 

 

En una sociedad moderna como la nuestra, la garantía de una movilidad eficiente de la ciudadanía para el desempeño de sus diferentes funciones personales, productivas o relacionales es un requisito fundamental. 

 

Y este compromiso con los jóvenes de 16 a 18 años, que no son autónomos en transporte se debería materializar en una apropiada red de transporte escolar que les garantice plena capacidad de movilidad para seguir con su formación.   

 

Pero además desde ANET queremos destacar las ventajas que aporta el transporte escolar tanto en materia de seguridad vial como de movilidad y sostenibilidad a la comunidad y a los escolares. Desplazarse en autobús es 21 veces más seguro que hacerlo en coche, atendiendo al número de heridos, y 24 veces más seguro si atendemos al número de víctimas mortales. Unos datos que resultan aún más seguros en el caso del transporte escolar debido a la exigente normativa (Real Decreto 443/2001) que regula este tipo de servicios. 

 

Además, los autobuses han experimentado una mejora cualitativa en las últimas décadas con la inclusión de mejoras técnicas y de elementos de seguridad activa y pasiva. De hecho, el 100% de los autobuses escolares de Navarra cuenta con cinturones de seguridad y elementos de seguridad adicionales.

 

Y por último garantiza una movilidad sostenible.  Es el modo que menos emisiones contaminantes genera, 2,6 veces menos que el ferrocarril y 6 veces menos que el automóvil. El desplazamiento en autocar evita anualmente la emisión a la atmósfera de cerca de 5 millones toneladas de CO2.

 

Lo cierto es que las bondades del autobús  y el transporte escolar están claras pero lo positivo es que desde el Gobierno de Navarra se pretende dar un giro significativo a la legislación para garantizar, en la medida de lo posible, el servicio de Transporte Escolar a la etapa 16 -18 años con base a los objetivos de seguridad y calidad del servicio. 

 

Somos conscientes de que el tema es complicado y necesita recursos . Pero si el transporte escolar debe ser considerado como una parte de la política de educación, habría que hacerle frente. 

 

Sin duda, se necesita valor y determinación para intentar hacer los cambios y modificar esa normativa que garantice legalmente el transporte escolar desde las zonas rurales hasta los centros de enseñanza hasta que los estudiantes cumplan 18 años. 

 

Ignacio Orradre

Secretario general de la Asociación Navarra de Empresarios de Transporte por Carretera y Logística

(artículo publicado en Diario de Noticias, el 12 de febrero, y en Diario de Navarra, el 16 de febrero)