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Agricultura: prevención de riesgos biológicos
Artículo técnico. Parte I
Esta semana, abordamos en esta sección los riesgos laborales en el sector agrícola, ya que este constituye junto a la minería y la construcción, uno de los sectores más peligrosos.

Así, la Nota Técnica de Prevención 771  hace referencia a los riesgos biológicos a los que están expuestos los trabajadores del sector agrícola en el ejercicio de sus principales tareas y refleja una serie de medidas preventivas generales y específicas para cada tarea. 

Los agricultores están expuestos a riesgos de origen biológico que podrían disminuirse si se adoptaran las oportunas medidas de prevención. Pero la implantación de estas medidas preventivas conllevan dificultades, que se deben entre otras situaciones a:

·         La contratación estacional de los trabajadores.

·         La diversidad de tareas que realiza un mismo trabajador.

·         La falta de concienciación de los agricultores respecto a la necesidad de prevenir los riesgos, derivada de una escasa o nula formación e información.

Tareas Agrícolas: El sector agrícola se caracteriza por la diversidad de tareas. Muchas de estas tareas hoy en día se pueden llevar a cabo con la ayuda de maquinaria, lo que conlleva una reducción de los riesgos de origen biológico y da pie a que se den otros nuevos riesgos. Sin embargo, siguen existiendo tareas en las que el agricultor  puede entrar en contacto directo con materia susceptible de originar riesgos biológicos. Entre estas tareas están:

·         Siembra y manipulación de la tierra: Los agentes biológicos forman parte fundamental de las tierras de cultivo, siendo responsables de procesos esenciales para el crecimiento y desarrollo de cualquier planta, como por ejemplo, la descomposición de la materia orgánica, la fijación del nitrógeno y otros minerales.

Los trabajadores en las tareas que llevan a cabo al aire libre en el campo, se deben proteger de los peligros a los que se exponen, como por ejemplo, al ataque, mordedura o picadura de ciertos animales silvestres (roedores, serpientes, murciélagos, artrópodos…).

·         Abonado: Si el trabajador no realiza una correcta manipulación de abonos puede suponer un riesgo, ya que los abonos son irritantes e incluso corrosivos y tóxicos. Además, si se utilizan abonos orgánicos, el riesgo biológico aumenta considerablemente.

Ante la necesidad de disminuir la dependencia de productos químicos artificiales en los distintos cultivos, se está obligando a la búsqueda de alternativas fiables y sostenibles. Así, en la agricultura ecológica y en cultivos intensivos se le da gran importancia a los abonos orgánicos.

La utilización de abonos orgánicos debidamente tratados conlleva un mínimo riesgo. Pero, si se utilizan restos orgánicos como estiércol, purines o restos animales o vegetales insuficientemente tratados, junto a la falta de concienciación de los agricultores sobre el riesgo biológico, el riesgo puede ser mayor.

·         Riego: En el riego de las tierras de cultivo el riesgo suele venir por la utilización de aguas residuales o insuficientemente tratadas.

Las aguas residuales suelen transportar bacterias, virus, hongos y parásitos procedentes de reservorios humanos o animales.

·         Recolección, transporte y almacenaje: En estas tareas son frecuentes los riesgos derivados de la exposición a algunos antígenos como el polen, el polvo de grano, el moho o los ácaros de los almacenes. Estas exposiciones dan lugar a riesgos de tipo respiratorio y dermatológico.

·         Control biológico de plagas: El uso masivo de plaguicidas químicos sintéticos conlleva efectos nocivos para el medio ambiente y para la salud de los trabajadores que los manipulan. Así las plagas también pueden controlarse mediante otros métodos, como es el uso de agentes biológicos.

El control biológico permite la prevención y eliminación de plagas con otras alternativas diferentes a la lucha química, que es más agresiva, pero a veces menos eficiente.

Principales Riesgos Biológicos: Los riesgos biológicos en agricultura se reflejan en enfermedades infecciosas y procesos alérgicos o tóxicos con origen bacteriano, vírico, fúngico o vegetal, en su mayoría. Estos contaminantes biológicos pueden entrar en el organismo por vía respiratoria, dérmica, digestiva o parenteral.

Medidas preventivas generales:

·         Reducir al máximo el número de trabajadores expuestos.

·         Utilizar medidas de protección colectiva y/o medidas de protección individual.

·         Establecer formas correctas de trabajo, gestión de residuos y manipulación de materiales susceptibles de estar contaminados (abono, agua de riego...).

·         Exponer cuando sea posible y necesario, la señal de peligro biológico y otras señales pertinentes, como las de prohibición de comer, beber y fumar.

·         Quitar al salir de la zona de trabajo, las ropas de trabajo y los equipos de protección individual que puedan estar contaminados por agentes.

·         Que los trabajadores dispongan de un lugar determinado para el almacenamiento adecuado de los equipos de protección individual.

·         Que los trabajadores dispongan, dentro de la jornada laboral, de al menos 10 minutos para su aseo personal antes de la comida y otros 10 minutos antes de abandonar el trabajo.

·         Que existan cuartos de aseo apropiados con retrete y productos para la limpieza ocular, duchas y antisépticos para la piel.

·         Que el botiquín de primeros auxilios se encuentre en buen estado.

·         Establecer un control sanitario previo y continuado de los trabajadores.

Fuente:

- Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, www.insht.es.

 

Dpto. de Prevención de Riesgos Laborales de CEN

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