Así lo destaca CEOE en su último informe mensual de panorama económico, en el que se hace eco de los últimos indicadores económicos. Por ejemplo, se refiere a la última Encuesta de Población Activa, que también “refleja una nueva mejora del mercado laboral, aunque se observan ciertas señales de estabilidad en los ritmos de crecimiento de la ocupación”. En su análisis de los datos, el informe apunta que, durante el tercer trimestre, la ocupación aumentó en 182.200 personas (ocho de cada diez nuevos empleos proceden del sector privado), el incremento más elevado desde 2006.

CEOE también analiza las estimaciones de crecimiento del PIB español, según los distintos organismos. Por ejemplo, para este año, se prevé una tasa de crecimiento del 3,2%, según la OCDE, y del 3,1%, según la Comisión Europea. Para 2016 y 2017, ambos organismos prevén una desaceleración suave de la economía española, con un aumento del PIB que podría situarse en el 2,7% el próximo año y en el entorno del 2,4% en 2017. El agotamiento de los factores que impulsaron la actividad en 2015 (notable caída del precio del petróleo, de la inflación y de los tipos de interés) junto con la incertidumbre política explican este menor crecimiento a partir de 2016.

Otro de los puntos analizados en este informe es el del cumplimiento del déficit. Tal y como sostiene CEOE, “el avance de la consolidación fiscal continúa”. Con información hasta septiembre, el déficit del Estado sigue reduciéndose hasta alcanzar un 2,4% del PIB, ratio inferior en 0,7% respecto a 2014. “El vigor de los ingresos impositivos (a pesar de la rebaja fiscal) y el leve descenso de los gastos explican este resultado”, apunta el documento.

En cambio, esta semana, se han conocido datos negativos, como el del aumento de la deuda pública. En concreto, y según los datos del Banco de España, en el mes de septiembre, España alcanzó el récord de 1.062.472 millones de euros en deuda, lo que equivale al 98,7% del PIB.